Él.
No importa cómo pase, ni cómo termine. Me dan ganas de partir ya. Pronto. Quizás por eso me habló de los pasajes. Mejor le sigo el juego y me tranquilizo. No puedo seguir tartamudeando. También hay que aprender a modular. Pero no sé, no puedo. Hay momentos pequeños en que todo me sale natural, le digo todo lo que pasa por mi pecho. Pero en otros no. En otros momentos me siento raro. Como si no estuviese siendo yo. Quizás por eso se paró a buscar un vaso de agua. Porque se dio cuenta. No sé. Uno nunca sabe. Más allá de esa mesa podría adivinar lo que va a pasar. Esta noche. Esta noche va a pasar.
Ella.
Qué onda este. Le hablo y le hablo sobre mis pasajes y no entiende que me quiero ir sola. Que quiero un asiento con ventana para quedarme dormida escuchando Radiohead. No cacha ni una. Y no le entiendo nada, más encima. Quizás esa sea su gracia, el misterio. Era mucho más entretenido hablar por msn con él. Ni un brillo. Voy por un poco de agua al baño y me largo. No sé por qué tengo tanta sed. Como que yo también me puse nerviosa. Pero este sigue callado. De repente le dan unos arranques de sinceridad que me matan. Pero no sé. Quizás mañana.
1 opinan:
Ja,ya tu sabes
Insignificance after all.
Publicar un comentario