Tu trinchera

Ahora que sabemos lo que está pasando, hay que sentarse a esperar. Escondámonos.

Sí, en cualquier momento vendrán los aviones y nos tirarán algo po hueón. Es obvio.
No sé, en una de esas nos bombardéan, en una de esas nos mandan comida. Yo digo que nos reportemos y nos rindamos. Si Chile ya cagó, ¿qué estamos esperando?

Para eso vamos y nos agarramos con ellos poh. No es primera vez que pelearía sin un fin. Aparte sería bacán quizás, así como Kamikazes. Nos harían estatuas por corajudos, o por imbeciles. Qué sé yo.

¿Y quién? Si ya no queda nadie, entiende. Con suerte ellos agarrarían lo que quede de nosotros y se lo darían a esos perros que mandaron a la frontera. Es súper raro, nos atacaron con sus mejores naves, ¿y con perros? Qué fue eso. Yo creo que nos estaban puro hueando. Así no se puede.

Mira yo nunca quise pelear. Nunca me metí al ejército ni a ninguna cosa, no estoy ni ahí con Chile ni con sus fronteras. A mí sólo me duele ver a mi mamá muerta y a mis hermamos mutilados. Ahora sé lo que sintió mi bisabuela para el Golpe, esa cagada que quedó en los setenta, cuando los vinieron a buscar. Y por eso los estoy esperando. Al final, es lo único que deja la guerra.

Cállate, cállate. Ahí vienen.